En el bocadillo del estrenado siglo XXI mientras se cocía a fuego lento la "nueva ciudad" de buelna, como buenos cocineros los ingredientes fueron secretos pero no así la madera empleada, esta muy conocida. Al brasero fue Castaño, Álamo, Chopo, poso de baile, de pito y tambor, horas de fútbol con balón de reglamento, tierras como obligada moneda de cambio para tirar de alambre o para no perder el puesto, infinitos kilómetros por una recta que rodando tanto daba para pensar, o andando.... tanto para ligar.
75 años después se volvió a intentar desviar un elemento protagonista en la mies para cambiar la historia, primero el curso del Muriago para dar cobijo a los "Chatos" en defensa de los Junkers, después el desvio fue un regate de documentos para ser dueño de las excursiones de fin de curso, que no del Muriago pero si el de un pueblo del Valle con poso y peso en la historia. Donde antes despegaban aviones ahora se imparten lecciones y lo que se quiere hacer "volar" no son precisamente palomas.
Vuelvo al bocadillo cercano en tiempo y lugar. Paradoja en esencia ya que eran tiempos donde se metía en conservas grapando din-A4 apaisados la historia del Valle. Una forma loable y plausible con enorme trabajo cuya única recompensa es la de contentar y hacer sentirse orgullosas a tus raíces, fortaleciendo las del pasado presente y sobre todo futuro al emplear herramientas eficaces para no hacer perder memoria.
Ahora bien algún saco de nutrientes para raíces debió estar en mal estado, puede pasar, no quiero pensar en que se echaron cantos rodados donde no era cómoda la lectura de los manuscritos.
Lo cierto es que será por trabajo, por que a veces consigues con voluntad manifiesta lo contrario o por que tantas horas en el Diocesano, San Pedro de Cervatos os pescó las chuletas, hoy esas líneas ya publicadas están gastadas.
Un agnóstico con la única fe en el destino diría que la historia que hoy se va a recuperar viene por influencia directa del nombre de una llanura tan labrada, “Las Suertes de San Mateo”. Puede que ese factor haya influido, con ella siempre hay que contar, al menos esquivar la mala. Un servidor desde esta humilde tribuna del Isprón piensa que San Pedro y La Suerte han ayudado a partes iguales, por que destapar y reconducir el curso de la historia es básicamente el darle trabajo a la Autónoma por excelencia. Ella sola brota aunque la tapes, eso sí, hay que tirar de azada en muchas ocasiones como es el caso y por suerte en el pueblo estas….. las tiene hasta San Pedro.
La HISTORIA a pesar de lo que cotiza por todos nosotros se la grava demasiado y no solo desde el Estado, si no que por desgracia puntualmente la mete un sablazo cualquier iluminado aprovechando que el Muriago también pasa por San Mateo y el Rebujas por Barros.
Valga este informe de la época (1822) cuando el Valle se hizo por primera vez Constitucional, San Mateo tramitaba, el municipio se respetaba y hoy aquel trabajo vale para la gente refresque la memoria olvidada.
Cambió la capital a tirones de alambre pero reitero no con ella el poso ni el peso de un pueblo del Municipio que orgulloso está de pertenecer a él.
Que nadie busque oposición con el humo de las barreras o el mástil de las banderas que por mucha perilla de alta tribuna, se puede hablar, incluso disparar quedando retratado donde estaba y sin enterarse de una.
